viernes, 15 de abril de 2011

Stupid, maybe?

A veces es difícil decir que no más, pero hay momentos en la vida en los que hay que luchar.



Quizá siempre he fallado en lo mismo, tal vez debería luchar aún más pero ¿a costa de qué?
¿Dónde está el límite?  ¿Acaso estaría bien hacer daño a otros para conseguir lo que tanto quiero?
Una vez pregunté esto y me respondieron:
- El mundo es así, para llegar arriba hay que escalar. Sé por una vez egoísta, piensa en tí.

¿Que qué hice?  Nah, yo no soy así.

en realidad te quiero.

¿De verdad tú y yo estamos formados por la misma materia?

Esque eres tan... imbécil.

I am who I am.

- Extrange -

No soy la típica nada pero tampoco una gran innovación. Soy lo que se dice, eufemismos aparte, un bicho raro.
   Te preguntarás por qué y no me limitaré a esos tan escuchados: es que no soy como los demás. La diferencia entre todos esos y yo es, simplemente, que yo no intento serlo.
Esto no es un manual de "Como ser tú mismo en tres meses" y carece de segundas intenciones. Es solo que hacía tiempo que quería decir esto, todo se reduce a la naturalidad, y a mí me encanta ser así, yo misma.


Bienvenido al 0.000001% de lo que soy (y no soy)
No poseo una sonrisa amable las 24 horas, mis ojos pueden matarte, hacerte reír o conseguir que te sonrojes pero no tienen ningún color poco común. No alargo mis pestañas con toneladas de rimel para que te fijes en mí y llevar decentemente una falda no es prioridad en mi lista de 'Cosas que debería aprender'.
No tengo de eso que llaman sentido del ridículo, puedo ponerme a cantar entre la multitud para hacerte reír, pero no tocar "Bendita tu luz" con la guitarra.
Sobra decir que no debes contar con que mi pelo se mantenga aceptable más de diez minutos.
Cuando quieras darte cuenta de lo mucho que te quiero ven y abrázame, pero no me pidas que lo escriba en un papel adornado con corazones púrpuras.
 Y aunque sueño con un 'nosotros', no me considero capaz de enamorar a nadie.
Si me sorprendes observándote no bajaré la mirada, ni me haré responsable de las sonrisas semi torcidas que puedan dibujarse en mi rostro.
             Cuando hablamos sigo siendo yo y digo tantas tonterías como de costumbre, soy tremendamente torpe y no es algo que me preocupe.
Si me caigo delante tuya no saldré corriendo, ni pediré que me ayudes a incorporarme, creo que me quedaré en el suelo riéndome hasta la asfixia de lo hábil que soy.

Y por todo esto nunca seremos dos, porque tú buscas una chica adorableque te siga el juego de quien quiere más a quién, que viva para enamorarte y te diga lo mucho que te ama cuando llevéis dos días, que piense en tí y tiemble, alguien cuya felicidad dependa de si la miras o no.
Si algo tengo claro es que No seré yo la chica que intente conquistarte.