lunes, 31 de octubre de 2011

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Para los Halloweeneros, para los que creen que cualquier excusa es buena para ir de fiesta, para los alegres, para los deprimidos, para los que se aburren y los que lo pasan en grande, para los incrédulos y los creyentes ¡Incluso para los tradicionales! Para los que salen para olvidar, para matar el tiempo y no pensar y los que intentan recordar viejos tiempos disfrazándose de calabaza. Para los impulsivos y los reflexivos, para los que beberán para no pensar o viceversa. Para ti, sí, tú, que sé que lo estás leyendo.

Feliz día, para quien lo tenga.

sábado, 29 de octubre de 2011

atrás

Busco una canción que me diga algo, un amanecer más azul, un atardecer menos melancólico. ¿En qué momento nos hicimos fuertes? ¿Cuándo aprendimos a tragarnos las lágrimas? ¿Volverá el revolucionario?
Aquello que encontré cuando dejé de buscar. No se puede congelar el hielo, no se puede y no es culpa tuya.
 Busco una canción que me diga algo, un amanecer menos naranja, un atardecer más fresco. ¿Cuándo dejamos de amar? ¿En qué momento nos invadió la indolencia? ¿Piensas volver?
He recaido, he vuelto a escuchar aquella canción, y otra, y muchas más. De las que cantábamos de camino a la playa, pero no me dijeron nada.
Aquello que encontré cuando volví a buscar. Y ya nada puede derretir mi hielo, nadie puede, y no es tu culpa.
Abrí aquel álbum y examiné cada una de las fotografías esperando al dolor en cada página. Recorrí con la yema de mis dedos congelados la duodécima. Hayé el vacío que dejaste y encontré una carta.
Busqué en una canción tus palabras. Sepulté el tiempo que pasamos juntos, perdóname por  no ser valiente, por tardar en encontrarte. Me he aprendido tus letras y puedo escuchar la música en ellas.
(...)
No hay frío ni calor que valga,
ni orgullo que me frene.
¿Cuándo dejamos de escucharnos?
Aprendí a querer una vez, vuelve a enseñarme.
Nunca más volveremos a contener el llanto,
¿vas a volver? Te esperaré.
Estaré aguardando, seguiré cuidándote aunque no me necesites.
Te quiero, ¿me creerás algún día? Tal vez cuando abras nuestra historia por la página doce y veas que esto ocupa el lugar de tu foto preferida. Perdóname, necesitaba sentirte cerca.


El tiempo es infinito y tú eres mi reloj.

jueves, 20 de octubre de 2011

Vodka y valeriana

El reputado suicidio de los pobres.   -love suck-

05:22h. Sniiiiiif,snif, ¡no me quiere! Nah, es broma.
05:24h. ¡Qué capullo, ¿no?! Sí, es más yo.

Nada mejor que una noche en vela y silenciosa para quemar mi última neurona, pero si no hay otro remedio...
¿El alcohol cura? Nah, seguro que no, además todavía no soy tan imbécil, el vodka no va a cambiar esto.  Y dormir... ¡dormir está sobrevalorado! , total, si iba a soñar casi mejor quedarme despierta que el boli me estaba llamando.

Bueno, es verdad, desde hace tiempo (si es que no ha sido siempre así) mi blog está dejando mucho que desear y me he vuelto una inconstante. A los pocos que me leen con asiduidad os compensaré, prometido.
He de decir que mi ausencia no se debe a un bloqueo ni nada por el estilo, de hecho este texto no es más que uno de tantos que reposará (o habrá reposado para cuando tú lo leas) durante bastante tiempo en la susodicha carpeta. Preparaos, amigos mios, porque cuando vuelva habrá mucha carne fresca esperando a ser despedazada por vuestras opiniones. Que al fin y al cabo para eso publico, con la esperanza de que os toméis la libertad de soltar lo primero que se os pase por la cabeza (que suele ser lo más sincero y destructivo) y os carguéis, ya de paso, ese eco de ego tan de todos que en ocasiones de deja sentir.
Intentaré dormir. Pero reconsideraré lo del vodka.

Buenas noches, tardes o días mi querido lector, ¿sabes? No estaría mal que leyeses, sí, justo ahí. Un poco más abajo, un poco más... ¡Exacto! Ahí dónde comienzan las demás entradas. Y no olvides dejar tu huella, me conformo con saber que estuviste, un simple: Pepito was here.

P.D. El cielo sigue siendo de colores y mi alma sigue pagando el precio.
(Siento publicar todo esto a bocajarro, no sé cuando volveré. Así tenéis qué leer para rato)

di no a la presición del digital

tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac, tic, tac...
asddfdjndfhbdassisjdnjkldoshfbdhdmfujdehnbsnmomerfdisfbndbfryhjnskm
Me pone histérica esa maldita relación entre el tic y el tac en la que uno va siempre seguido del otro, el tic con su tac y viceversa.
Si la pila se acaba desaparecen, como no, juntos.
Por mucho que todos odiemos el dichoso ruidito de las manecillas ellos continúan su permanente marcha, incansables.
¿Quién narices dijo que había que ser como el viento? El viento está solo.
Yo quiero que seas el tic de mi tac, ya sabes, que constituyamos la esencia de un reloj analógico y todo eso de la unión hasta el fin de los tiempos, cuando muramos a manos de un mal madrugador.

Has de saber...

Que todo lo dicho está muy oído y lo escrito permanece siempre como eco de la memoria.
Que ya puedo cantar misa o tempestades que sonrará a corta-y-pega y eso si que no.           
     Vida mia, 
que sobre amor está todo más que dicho, los te quiero están muy gastados y en la luna no están tus ojos.                                                                                                                                                                         Lo  tuyo lo tienes tú, pero yo guardo una copia de seguridad en algún rincón del cielo. En la esquinita doblada que señala hasta dónde he leido tu libro.                                                               
  Pero tampoco estás en él o yo no te siento. Y como así no tiene gracia no lo vuelvo a abrir mientras no me beses el cuello.