Pequeña mía, te miro y te veo tan feliz que casi te envidio. Te observo sonreír resplandeciente cada mañana cuando mamá te despierta con una canción y no entiendo cómo no supe apreciarlo; me entristece pensar que pronto preferirás el monótono sonido de un puto reloj o la melodía de tu móvil.
Te veo desplegar tus encantos de bebé con cualquiera que te digna una sonrisa, alzar las manos desde tu cuna esperando que alguien te rescate de tu pequeña cárcel de metal. Y así discurren todos tus días, y si algo te ocurre no tienes más que llorar; llorar de hambre, porque te sale el tercer diente o porque echas de menos a papá. Llorar despacio o llorar fuerte para protestar.

Te darás cuenta de que los cuentos no son como te los contaban y no te dejarán cambiar la realidad. Y si lloras deberás hacerlo en silencio para no molestar. También habrá gente que desee tus lágrimas, no los dejes saber, no los dejes ganar.
Descubrirás que no hay príncipes azules ni princesas a las que amar, dejarán de cantarte canciones y solo quedará luchar. No quiero toda esta mierda para ti y por eso protesto aunque me hagan callar. No permitas que te obliguen a asentir, asegura tu libertad.
Pero aún es pronto para ti, por ahora solo regálanos tu preciosa sonrisa. Descansa, pequeña mía, duerme, no dejes de soñar...
2 comentarios:
Cuánta razón, y qué bien lo has expresado. Enhorabuena, me ha gustado mucho.
Me encanta todo lo que has escrito. Te sigo hace tiempo y me encanta tu blog =) Pasate por el mio si te apetece.
PD: Amo tu fondo! Me encantan los marcianitos de ToyStory, DebianSquezze *_*
Publicar un comentario